jueves, 10 de junio de 2010

Buscando en el baúl de mis recuerdos

En un bosque, lejano a una pequeña i entrañable aldea, se encontraba una flor, "la FLOR", la misma tierra donde estaba sembrada la trataba mal porque era la única en su especie . Pero un día, un bichito pequeño, dulce y jugueton vió en ella algo valioso, algo muy preciado por la especie del bichito. Ese bichito empezó a visitarla una y otra vez, la flor, que al principio estaba casi marchita por la tristeza acumulada, fue cambiando de color, de aroma... empezó a convencerse de que era una bella flor, y por vez primera se sentia comprendida y querida. Se sentia desubicada ya que no podia entender como nunca ninguna flor de su entorno no pudo comprenderla ni ver en ella tal belleza y sí sin embargo un bichito extranjero, que por alguna razon fué a parar en aquel lugar perdido.  La tierra se dió cuenta del gran portento que era aquella flor, pero era demasiado tarde, y la flor, cansada de luchar por una aceptación, partió con la ayuda de aquel bichito y muchos mas, de su especie y de otras otras... volaron y volaron durante horas. La flor experimentó cosas nunca vividas, el viento al flotar siendo llevada por aquellos seres tan diminutos... el cielo visto sin ramas y copas de arboles que impidiesen sus vistas nunca pudo creer que allí arriba pudiese sentirse tan libre... Y de lejos vio una luz, y muy curiosa la flor preguntó al bichito: que es esa luz que me ha alumbrado durante años? en esos dias frios y tristes donde nadie me entendia ni acojia?

El bichito... no sorprendido, quiso enseñarsela de cerca. Llegaron a esa luz y se posaron sobre ella. Fue entonces cuando el bichito le dijo a la flor: esta luz es la luna. Ahora eres parte de ella y estas alumbrando a todos aquellos que tampoco pueden ser entendidos ni queridos... La flor, vió ahi la gran humanidad del bichito, y la gran valentia y grandeza de aquel ser diminuto... Asi pues, la flor encontró su lugar, y la luna paso a ser su hogar. El bichito dicho, feliz se quedó al ver que aquella flor querida, habia encontrado su lugar, y sin cesar, la visitó dia a dia desde el anochecer hasta el despertar.


PD: Para aquellas personas que la luna no os acompañe en vuestro camino de vuelta... algún día lo volverá a hacer...(Cuento escrito hace muuuuuuuucho tiempo. Hoy, he querido releerlo, y compartirlo)

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